jueves, 21 de agosto de 2014

Tres versos en el versal del alma

XXVII
Poeta de tu pecho sacas el calor que derrama
las amadas palabras que claman desde el alma,
que reposan en moradas calladas, enlazadas,
despertando mil amores alzando corazones…

XXVIII
El alma está inquieta porque no despierta
las palabras que del poeta manan desesperadas
a los corazones guardados en el callado silencio,
no despiertan moradas que mantienen cerradas…

XXIX
Al silencio del poeta clama la llamada amada,
del cobijo del alma guardada, espera ser alzada
en altares sonados de alabanza, levantando vientos
de esperanzas, elevando corazones en moradas al alba…

Autor: Luis P. Limiñana



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